En el día de hoy tuvo lugar la segunda jornada y el cierre del Congreso de Delegados de Abril 2017.
Como indicaba la orden día, y acorde a lo establecido en la jornada anterior, se procedió al tratamiento de los puntos restantes. A saber:
f.-) Convenciones Paritarias.-
j.-) Elección de una Comisión integrada por once (11) Congresales para redactar y suscribir las resoluciones.-
k.-) Elección de una Comisión integrada por once (11) Congresales para redactar y suscribir el documento final.-
Una vez cumplidos los correspondientes se procedió al cierre del congreso.
La discusión del punto f merece nota aparte, ver la misma en este enlace. Adjuntamos el texto correspondiente al cierre de las jornadas y por ende del congreso anual de delegados.
En el espíritu del contundente mensaje del congreso, adjuntamos el texto del documento final:
Carlos Pellegrini
El Congreso General Extraordinario de Delegados, reunido en Mar del Plata y en sesión bajo la advocación del querido compañero, recientemente fallecido, Jorge Del Sole, se dirige al pueblo argentino para expresar lo siguiente:
Habíamos expresado en las conclusiones del Congreso realizado el año anterior:
"El notorio deterioro del poder adquisitivo de los salarios, la pérdida creciente de puestos de trabajo y la nula intención de proteger y colaborar con el desarrollo de la industria nacional demostrada por el gobierno actual hasta el presente, nos enfrenta con la necesidad de resignificar el trabajo, nos obliga a cuestionarnos sobre la pérdida del mismo y a preguntarnos cómo asegurar los beneficios derivados del hecho de tener un empleo con un salario digno y garantizados nuestros legítimos derechos, como única alternativa para construir un futuro promisorio, un edificante proyecto de vida y mantener nuestra dignidad"
Llegamos a este Congreso, con casi 400 delegados presentes, y, desde nuestra percepción y de considerar las opiniones vertidas por los delegados de las 54 seccionales de la UOMRA, no podemos menos que concluir que aquellas palabras siguen representando el verdadero sentir de los trabajadores y más aún, los hechos que jalonaron el año transcurrido, han generado una mayor preocupación sobre nuestro destino, como trabajadores y como Nación.
Decía a fines del siglo XIX, el entonces diputado nacional Carlos Pellegrini:
"Si bien el libre cambio desarrolla la industria que ha adquirido cierto vigor y le permite alcanzar todo el esplendor posible, el libre cambio mata la industria naciente. La agricultura y la ganadería son dos grandes industrias fundamentales; pero ninguna nación de la tierra ha alcanzado la cumbre de su desarrollo económico con solo estas industrias. Es la industria fabril la primera en mérito y la última que se alcanza, porque ella es la más alta expresión del progreso industrial
Los trabajadores y sus organizaciones sabemos las inevitables consecuencias de la aplicación de un gobierno de políticas neoliberales. Las vivimos en forma reiterada a lo largo de nuestra historia, hemos sufrido sus consecuencias y creemos que ha llegado el momento de que el gobierno nacional haga una profunda reflexión en torno a las políticas que lleva adelante.
Los desarrollos industriales de las grandes potencias, podemos verlo con claridad en los casos de Estados Unidos y el Reino Unido, no hubieran sido posible sin una decisiva participación del Estado. Por eso menospreciar su rol es condenar definitivamente a nuestra Nación a un destino sin posibilidad de una movilidad ascendente en el nivel de vida de nuestros compatriotas.
Tampoco podemos ignorar que el sector empresarial, en particular el más poderoso y con plena vinculación al sector financiero, mantiene una posición insensible ante justos reclamos sindicales y quiere maximizar sus ganancias, no a través de un creciente desarrollo tecnológico, sino limitando al trabajador sus ingresos y no reconociendo su esfuerzo y compromiso con la grandeza de la Nación.
No podemos ignorar que la apertura indiscriminada de importaciones y la eliminación creciente de aranceles están provocando la destrucción definitiva de nuestras pequeñas y medianas empresas y con ello el despido de miles de compañeros, que representaban el capital más valioso de cada una de ellas, por su alto grado de capacitación.
Como lo prueba la historia, los trabajadores y sus organizaciones, en particular la nuestra, hemos sido pacientes y priorizado el diálogo como la principal herramienta para lograr los consensos necesarios para el bienestar de todos y alcanzar, así, una justa distribución de la riqueza. Debemos aceptar hoy que, hasta el presente, estamos lejos de un poder sostener un diálogo fecundo, constructivo e innovador tanto con los interlocutores públicos (gobierno) como privados (empresarios).
Una industrialización con salarios indignos y condiciones de trabajo que violen las leyes vigentes y los convenios internacionales no nos sirve ni como trabajadores ni como Nación, porque no contribuyen a construir el círculo virtuoso de mayor consumo popular, como generador de una mayor demanda.
Somos, por el contrario, fervientes defensores de un proceso de industrialización sustentable, creciente y federal, que genere puestos de trabajo con salarios dignos y que asegure la grandeza de la Nación para las futuras generaciones, hoy comprometidas por el endeudamiento creciente con destino no productivo, que ha efectuado el gobierno nacional.
Por todo ello los trabajadores metalúrgicos y los cuerpos orgánicos de la UOMRA enarbolamos esas banderas, que honraron Yrigoyen, Savio, Mosconi y Perón, entre otros patriotas. Solo ellas nos podrán llevar a una plena justicia social en el marco de una Patria libre y soberana.
Mar del Plata, 19 de abril de 2017.-
Fuente: Editorial de UOM Central